Por varios años los productores nacionales han estado abiertos al diálogo, han esperado con responsabilidad y paciencia a que las administraciones Martinelli – Varela cambien su política hacia el sector, con el interés de superar la crisis que los afecta y la forma como se ha puesto en juego la seguridad alimentaria del país.

Con ese propósito se han producido comunicados, conferencias de prensa, manifestaciones, hasta verse obligados al cierre de puntos estratégicos de la geografía nacional, todo con el afán de lograr acuerdos y consensos con un gobierno que además de sordo no ha sabido o no le interesa tratar este tema con la urgencia notoria que implica.

Ayer en Divisa, por lo que reportan los medios y declaran los dirigentes del movimiento, los voceros del gobierno llegaron sin respuestas serias, con las mismas dilatadas y sospechosas postergaciones a los requerimientos de los productores, como han venido haciendo en los últimos años.

En su ya típico menosprecio a las demandas sociales, la administración Varela trata ahora de excusar su incapacidad atribuyendo a “infiltrados” la justificada irritabilidad de los productores, mientras que se persiste en justificar importaciones de papa y cebolla sin pagar impuestos, y la propia presidencia de la República persiste en su oposición a la reforma de la ley que creó la Autoridad Panameña de Seguridad Alimentaria (AUPSA), como lo han demostrado los tres vetos del presidente Juan Carlos Varela a los proyectos de ley aprobados en la Asamblea Nacional.

Para el gobierno los intereses particulares de unos cuantos importadores allegados al poder Ejecutivo estén por encima del interés nacional y es más importantes los negociados de algunos donantes de campaña que la comida barata y de calidad en la mesa de las familias panameñas.

Para el PRD es lamentable que el gobierno no asuma su responsabilidad y que en su lugar trate de buscar excusas inexistentes cuando tales hechos son el resultado de su irresponsable política hacia el sector y persistir en una política oficial impopular, antinacional y que afecta a los productores y finalmente a los consumidores nacionales.

Bajo la política oficial de este quinquenio, los productores han visto cómo abiertamente se sabotea su producción con importaciones desmedidas, precios que deprimen el mercado y que además ahora el gobierno busca una excusa para utilizar las leyes como mecanismo de represión.

El gobierno está obligado a atender las demandas del sector, a eliminar de esta relación la intimidación, la mentira y la burla, componentes nefastos que solo pueden provocar situaciones como las de ayer.

Para el PRD el sector agropecuario es fundamental en la construcción de un país con verdadero desarrollo humano, que garantice la seguridad alimentaria de nuestra población y que contribuya a propiciar una mejor distribución de la riqueza.

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
PARTIDO REVOLUCIONARIO DEMOCRÁTICO

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